Sicilia( …..y capítulo 7º)
Y así, poco a poco, imbuidos por los estilos que Sicilia nos
fue mostrando, iban concluyendo los días de permanencia en ella. Noto se nos
presentó aquella tarde entre iglesias de fachadas tórridas y calles engalanadas
con sales coloridas como queriendo despedirnos de modo festivo. Por allí
seguíamos los habituales. Pepe Toni con su acreditación celíaca a capricho del
menú a degustar que tantas bromas ocasionó en torno a la mesa. María José
intentando explicarse cómo se pudo rodar una película titulada “Los pájaros” y no ser ella la protagonista
que le diese credibilidad. Amparo con su enésima charla que ya hubiese querido
para sí en sus años mozos Fidel en sus mítines eternos. Concha, tan discreta
como siempre, disfrutando de las instantáneas que le acercaban a su reciente
vástago que tanto se le asemejaba. Miquel intentando conseguir semillas que
trasladar a sus vergeles para darles un toque cosmopolita. Paco, sonriendo permanentemente
y callando para sí de modo caritativo los calificativos que le otorgaba a
semejante grupo. Maru, vigilante acreditada de puestos en la vanguardia del
autobús mientras Nuria buscaba otra pócima para sus dolores sorprendentes.
Asun, a modo de maniquí, exhibiendo las nuevas tendencias de calzado que tanto
dieron de qué reí. María, soportando las mal disimiladas presiones que entre
aquellas dos intentaban encaminar sus deseos a mayor gloria del parentesco
futurible. Marce, analizando las innumerables ecuaciones sin resolver desde su
mirada compasiva. Jose, disparando todos los dispositivos digitales que
inmortalizarían el viaje y con la duda
permanente sobre la rapidez de los camareros. Roque, buscando siempre la huida
de la contraluz que tan malos resultados otorgaba a las instantáneas. Trini,
pensando en el próximo encendido del farolillo callosino que iniciaría las
fiestas patronales. Y con todos ellos, la risa permanente que acabó por envolver
en letras mayúsculas el recuerdo de semejante estancia. Fue una suerte decidirnos por Sicilia, pero a
la suerte hay que ayudarla. Y en esta ocasión, las ganas de divertimento se
pusieron a remar a nuestro favor. Quién sabe si dentro de unos años, alguna
leyenda da fe de lo bien que lo pasamos. Igual no saben si situarnos entre la Cosa
Nostra, el Barroco Festero, las lavas de una próxima erupción del Etna o las
agitadas aguas del Jónico indomable. Sea como sea, gracias amigos, y hasta
siempre. Por cierto, Alejandra, espero
no haber llegado tarde en esta ocasión.
Jesús(defrijan)