jueves, 24 de mayo de 2018

Casos aislados
Así se suelen denominar a aquellos cuya excepcionalidad no les otorga el título de comparsa. Es como si detrás de semejante rótulo se adivinase la penuria de quien lo firma. Pareciera que nadie le hace caso y está condenado a la ignorancia. Triste, muy triste, sin duda. Hasta que empieza a volver la vista y comprueba que a su alrededor brotan como setas otoñales otros cientos, otros miles de casos aislados y entonces se acomoda en el sillón y recupera el sosiego. Empieza a darse cuenta de que es un grano más del silo repleto de semillas infectas y se consuela. Sabe que aquel de su derecha trincó tanto o más y que aquel otro situado a su izquierda sigue por su misma senda. Pasaron los tiempos de vinos y rosas y la balanza justiciera se muestra pesada, lenta, quizá comprensiva. Volverá a no pasar nada y con una mínima penitencia solventará su caso. Un caso, unos casos, similares al suyo pasaron por el mismo puente colgante y tras superar su vértigo alcanzaron la orilla. Serenos, convencidos, protegidos, a salvo. Y así, a nada que nos demos por enterados, seremos nosotros los auténticos casos aislados. Crecimos entre las hojas de un catecismo que se han vuelto amarillas por el desuso y desprecio. Plantearon y plantaron en nosotros unos códigos éticos que solamente nos han servido para disfrazarnos de payasos de los que otros se ríen. No pasa nada, seguirá sin pasar nada. Este circo empieza a echar de menos a aquellos trapecistas que se jugaban la vida sin redes protectoras. Aquellos que nos mostraban en sus balanceos los balances posibles de nuestras propias actuaciones. Pasaron también a ser casos aislados. Tan aislados que apenas se les recuerda y las generaciones siguientes, lo que es peor, no saben de su existencia. El cloroformo de la sobreabundancia delictiva está consiguiendo lo que quizá ni soñaron obtener. El hartazgo comienza a rotularse sobre la pancarta. Una pancarta negra que por más intentos que hagamos nunca permitirá la lectura correcta que dicte el hastío. Sigamos a la espera. Un nuevo caso aislado está a punto de aparecer.

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