miércoles, 27 de junio de 2018


Cuando ves cómo los quieren



Cuando ves cómo quieren a tus hijos algo en tu interior aplaude y te abraza. Aplaude a modo de parabién queriendo demostrarte que la sinceridad de ese cariño se la han ganado por ser como son. Te abraza como si quisiera recompensarte por los errores cometidos en su educación. Dejan de tener importancia en el momento en que sabes que sus errores te pertenecen y sus aciertos ellos los firman. Y allí están quienes ejercen de testigos dando fe de todo cuanto pensaste que los tuyos merecían. Oyes el “sí, los queremos” desde cualquiera de los rincones que los detalles van tendiendo a medida que la tarde se abre paso. Percibes nudos en las gargantas con dos lazos de emociones de ida y vuelta. Escuchas declaraciones de amor que solamente el amor es capaz de dictar para lanzarlas al viento. Callas avergonzado las dudas que egoístamente surgieron desde el exceso de tu celo hacia lo tuyo y te das cuenta del modo en el que la vida rotula el camino. Y sonríes, te echas a un lado y dejas que la vida en común se abra paso. Y ellas, y ellos, amigas y amigos incondicionales, te hacen hueco para que la satisfacción y el orgullo se aposenten en el hueco que queda libre. Una etapa deja de ser para que otra sea y tú, en medio, descendiendo la pendiente que a su edad supuso el ascenso hacia lo que observas, gozas, compartes. Pasan las horas más deprisa de lo que desearías en esa noche que se convierte en madrugada, que se convierte en un nuevo día para que puedas, lentamente, degustar lo vivido. Empiezas a entender ahora que los esfuerzos merecieron la pena. Y en justa correspondencia inviertes el sentido del cariño y decides sin ningún género de dudas que aquellos que los quieren se merecen que tú les quieras y así se lo haces saber. Las emociones hablaron y de los tinteros de los rostros aún se pueden distinguir las letras que dejaron constancia de aquella mágica noche que ya resulta inolvidable. Sin duda alguna, tu sangre supo elegir con quien y quienes compartir sentimientos.    

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