miércoles, 13 de diciembre de 2017


El cielo más azul y deseado
Poco podía sospechar John  Paul Young que su éxito discotequero “Love is in the air” acabaría tomando cuerpo, o mejor dicho ingles, entre los vecinos de Ringaskiddy. A dicha localidad se le adjudicó el honor de ser la sede de fabricación de Viagra y amén de los beneficios económicos que reporta a dicha comunidad, parece ser que se ha añadido el vaporoso elixir como paga extra no solicitada y bien recibida. Según datos extraídos  de las agencias, las erecciones multitudinarias conforman el perfil de cualquier ser vivo que tenga la fortuna o desgracia de respirar semejantes inhaladores. Hay quien asegura que la fuente de la eterna juventud ha recaído en esos lares y todos, y supongo que todas, aplauden tal suerte. Años respirando tal capa de ozono azul empieza a diseñar un nuevo poblado pitufo sin gorritos blancos que les cataloguen de plagiadores. Aquellos que vieron partir al galeón de los deseos observan sonrientes cómo ha virado de nuevo y regresa con ímpetu a atracar en sus puertos que preparan amarras. Por más que la empresa farmacéutica intente desvincularse de tal milagro, ante el miedo a ser acusada de contaminante, ha declarado que tal aseveración no es más que producto de la fantasía colectiva. Alega que sus medidas de producción cumplen con todos los requisitos preventivos y niega la posibilidad de que sus grageas sean culpables de semejantes priapismos. Craso error. Creo que con un poco de calma en cualquier consejo de administración que realizasen deberían plantear la posibilidad de convertirse en centro de peregrinación. Igual que se visitan bodegas en las que se escancian y catan vinos, sucesivas caravanas de autobuses harían real lo que para algunos ya es un sueño  lejano. Dejarían para mejor ocasión las visitas a las factorías cárnicas en las que degustar sabores disfrazados de colesterol y con ello se lograría un efecto preventivo no calculado. Los destinos vacacionales cambiarían al sol del Mediterráneo por el verdor irlandés. Por una vez, aquellas costas que fueron de emigrantes se convertirían en puertos de inmigrantes, aunque fuese de modo temporal. Quiero pensar que de nuevo San Patricio ha hecho de las suyas y dentro de poco se le reconocerá el milagro. De cualquier modo, si a alguien se le ocurre viajar para comprobar los efectos beneficiosos de tales inhalaciones, mejor que consiga a algún cuidador para su mascota mientras permanece fuera. Que no se le ocurra llevarla de ruta porque, según comentan, los efectos de tal nube no distinguen entre seres vivos de número par de patas. Ahora en cuando de verdad empiezo a entender el enigma de la Esfinge.  De la longitud del bastón nada se dijo y lo mejor será que cada cual tome las medidas que considere más oportunas. Lo único que falló en el historiador fue situar a dicha Esfinge en el desierto; visto lo visto, seguro que su localización está más al norte, mucho más al norte, y un halo de sonrisas azules la rodean.

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