Vago entre oscuridades
Por más que los tonos luminosos quieran alfombrar tus
ausencias, te pienso y en el mismo pensamiento se mezclan mortíferos desesperos
con vacuas promesas que rehúyen de mis sombras. Vago en los corredores que
diseñó tu silencio para no desnudar a las huellas que firman por ti lo que de ti no llega. Vana espera del
ilusorio vuelo peregrino por inciertos presagios mortificantes del esclavo en
que se ha convertido quien te extraña. Nada consuela a quien se mueve entre las
resacas de desamores que talaron entregas, por más que redima culpas que no le
corresponden. Te ama quien no es capaz de sentir mitades por haber saciado
sedes en el manantial de tu rostro en el que no consigue conciliar consuelos.
Vive en tus ojos que esparcen cometas a los que se aferra para no perder tu
estela y con ella el sentido de su propia existencia. Sabe que no pertenece a
quien el tiempo le negó y así malvive entre pétalos que deshojan tu recuerdo. Te sabe ausente en la cercanía y
ahí carga con la dicha del momento mientras el duelo se eterniza de
ingratitudes segadas de caricias. Perdió en la apuesta aun sabiendo que los
naipes guardaban un comodín que no quiso para sí sobre el tapete negro del paño
raído por las negaciones. Dudas de las dudas que quisieran verter certidumbres
al lago de llantos cumplido mientras asciende
la lava convirtiéndose en islotes solitarios de escarpados filos. No
tendré posibilidades desde la sensatez que viene a mí peregrinando limosnas. Ni
las tuve en las sombras que trazaron fronteras sobre las que transité sin más
documentos que mi entrega absoluta. Me llaman loco y burlan a éste que derrama
versos por los espacios cohabitados. No han entendido que lo ininteligible es
la esencia que mueve a los oscuros pensamientos que se iluminan de ti. Te culpo
por haber sembrado semillas en el campo yerto que florecía de espinos. Te culpo
de haber agitado a las ilusiones
dormidas y haberles diseñado un nicho como morada permanente. Te culpo
de haberme abierto los poros para sacar de mí lo que en mí suponías. Y me culpo
de culparte por haber sido la ilusa marioneta que se dejó mecer por las manos
que enredaron mis hilos. Ya llegan aquellos que dicen cuidarme. Tomaré las
prescripciones que me han asignado para vivir su realidad y conformarles su deber.
Mitigarán al doliente no cuerdo que
creen tener en sus manos y la paz
recobrarán al creer que me la
legan. Ilusos. No han entendido que mi verdadera locura nace al saberme tu
mitad no deseada.
Jesús(defrijan)
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