jueves, 25 de junio de 2015


Debut

Siempre supone una incógnita por resolver lo que habrá detrás de un debut. En la mayoría de las ocasiones los ensayos previos te van garantizando un éxito que sueñas y quizás mereces. En otras ocasiones, la adrenalina propiciada por la duda, provoca la aparición del temor a no estar a la altura de las circunstancias y sólo al acabar el estreno te llega la relajación, o no. Todo dependerá de qué tipo de debut se te ofrezca y de cuánto tiempo le hayas dedicado en el entrenamiento. Así debí pensar hace dieciocho años y quizás no me habría cogido por sorpresa. Reconozco que los primeros minutos, las primeras horas, fueron para la vorágine de lo inesperado vestida de dolor e incomprensión por mi parte. Fue tan imprevisto que ni siquiera la despedida pudo hacerse un hueco y algo en mi interior se precipitaba a un despertar que nunca sospeché tan doloroso. Acababa de entrar el verano y no era la estación trinadora de gorjeos negros según la tradición secular aprendida y nunca asumida. Sé que nada volvió a ser como había sido hasta entonces y que la necesidad de escribir nació de aquel momento. Ni la camisa de cuadros multicolores fue capaz de teñirse porque nunca se puede teñir una sonrisa permanente que rechazaba al color negro. No hubo nada más allá que un par de cuartillas de una línea en las que el testamento del dolor se hizo presente y marchó al Infinito sin copia. La línea de partida quedaba abierta y el tiempo iría reclamando a quienes moraban  por delante mientras la vida seguía creciendo bajo las sombras de los rosales plantados. Quedaba el recuerdo y los gestos que han ido barnizando todos los rincones mantienen el pebetero de la sencillez iluminando los pasos.  La necesidad ha ido alargando las fechas para alargar la distancia con aquel nacimiento a la madurez que el dolor bautiza. Y curiosamente las aguas salinas han dejado de surcar rostros porque la tristeza no está invitada ni nunca fue querida.  Ha llegado a la mayoría de edad el calendario que aquellas brasas de aquellas hogueras  esparcieron y la vida sigue su curso inmune.  Nuevos debuts están al caer y nuevos bautizos sorpresivos llegarán. Será mejor estar preparados para entender que este escenario precisa de alzadas y caídas del telón para renovar escenas y aplaudir los actos de esta comedia que llamamos Vida. Nosotros, actores noveles, puede que necesitemos de más ensayos para que un próximo debut no nos pille por sorpresa. Hoy mi papel cumple dieciocho  años  y creo que he aprendido la lección.  

Jesús(defrijan)

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