jueves, 4 de junio de 2015


Será maravilloso (¿)

Quien quiera y se acuerde que continúe con el estribillo de aquella canción veraniega en la que se nos invitaba a visitar Mallorca de cualquier modo. El boomerang de la existencia vuelve a ponerme en la línea de salida, esta vez, desde la vertiente directriz. Lo que hace años fuese viaje de alumno ya relatado en mi último libro, hoy se me presenta como un reto a superar. Atrás quedó en la dársena del recuerdo aquel cascarón que nos llevó para dejar paso a un ferry moderno en el que la travesía será mucho más placentera. Aquellas sillas de madera o de escay dejarán paso a unas butacas más o menos cómodas en las que realizar el viaje a lo largo de la noche. No dejaremos de pensar que los delfines nos siguen y que las luces del puerto nos esperan  en una bienvenida festiva. Ellos y ellas arrastrarán esos equipajes que cargarán absolutamente hinchados como si de un desplazamiento eterno se tratase. Las notas, las temibles notas, aguardarán silenciosas y comprensivas para ejercer su labor a la vuelta. Es hora de divertirse, de soltar amarras del puerto casero y surcar el mar como intrépidos navegantes cargados de inseguridades mal disimuladas. Dejaremos que crean que se comerán el mundo antes de que se den cuenta de la posibilidad contraria. Y ahí estaremos para reconducir errores y sonreír aciertos. El entorno lo merece y el grupo se lo ha ganado. Este variopinto conjunto que hemos visto nacer incluso antes de nacer pide paso y el futuro se les abre cargado de ilusiones. No se trata de colocarles nubes antes de tiempo sino más bien de enseñarles a entender los indicios que las traen. Y todo ello envuelto en el bullicio de las noches en vela que surgen como retos de ser adultos. Pongo la mano en el fuego por ellos porque han sido muchos años de corroboración. Han demostrado madurez suficiente como para distinguir el juego de la obligación, la risa de la seriedad, lo fundamental de lo accesorio. Por eso, sin duda, será maravilloso viajar hasta Mallorca, disfrutar de la isla y ver cómo lo que ayer fue, hoy sigue siendo. La ilusión por un horizonte abierto a la vida que ninguno es capaz de ignorar cuando se tienen dieciséis años.  Vamos allá.
 
Jesús(defrijan)

No hay comentarios:

Publicar un comentario