domingo, 27 de enero de 2019


La muerte como  espectáculo



Como si del hecho mismo dela muerte se precisara extraer el argumento de cualquier guion, así, de cuando en cuando, reaparece el capítulo siguiente.  Solo se necesitará añadir a la luctuosidad  del mismo algún aditivo más para que la fibra sensible renazca y tras ella la vorágine solidaria cargada de pesares.  Todos hemos pasado por situaciones más o menos dolorosas y sabemos de qué estamos hablando. Lo sabemos nosotros y lo saben las empresas que disfrazando sus plumas córvidas intentan mostrarse como albas aves solidarizándose en las condolencias. Muestran por aquí y por allá los más ,mínimos detalles nacidos del morbo para dar credibilidad a las horas convenientemente rellenadas de audiencias. Alimentan las curiosidades con las vísceras de las minucias detalladas para simular el máximo dolor que en nada es creíble. Viven del share del instante y poco importa el modo empleado en conseguirlo. Son aquellas que utilizan voces, rostros y firmas conocidas para dar salida al primer acto de una obra trágica cuyo fin sabemos . De nada sirve aparentar lo que no es fiable. Quieren captar la atención a costa de lo que sea y siempre recordarán aquella primera ocasión en la que se dedicó un teatro al completo a la exhibición pública del dolor de unas familias. Las hijas secuestradas, torturadas, asesinadas, se consideraron actrices secundarias ante el protagonismo de los padres y madres que se vieron inmersos en semejante desvergüenza. Y allí empezó todo y así continúa.  A partir de aquí, a modo de goteo, los innumerables detalles seguirán apareciendo para dar continuidad la a la ubre de la que extraer los calostros del impudor mediático. De cada quien dependerá seguir siendo partícipe de todo ello intentando que no se le note demasiado la curiosidad vestida de compasión que viste.  El espectáculo estará  servido una vez más y se dará validez al lema aquel que preconizaba comer detritos. Cien mil millones de moscas no podían estar equivocadas, apuntaba como corolario del mismo.

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