jueves, 2 de noviembre de 2017


WhatsApp



La cuestión comenzó como una especie de broma ala que apuntarse para pertenecer al grupo de los snobs más instruidos. Bajo la falsa creencia de la gratuidad que la aplicación ofrece de modo tentador se levantaba el telón de una permanente conexión con alguien a quien tu vida pudiese interesar y viceversa. O no, nunca se sabrá de modo cierto. Así que tras la  pantalla un mundo nuevo por descubrir salía a la luz y tras él las mil fluctuaciones de la  irrealidad más real que pudiera imaginarse. Besos que no saben, flores que no huelen, risas que no se escuchan, abrazos que no se sienten….todo, todo, para forjar una creencia no siempre creíble, pero sí creída. Y la cosa fue evolucionando como suelen hacerlo las novedades; hacia el desparrame, hacia los grupos. Y aquí, en los grupos, el vértigo sí que campó y campa a sus anchas. Que si el familiar, que si el familiar restringido, que si el de los amigos, que si el de los amigos más íntimos, que si el de los colegas de trabajo…lo dicho, un desparrame. Es prácticamente imposible mantener en ellos un hilo conductor. Lo más probable es que alguno de los miembros decida lanzar el anzuelo de la disconformidad y entonces se arma la mundial. O basta con que entre miembros se saquen a la luz disputas de a dos para que el combate cibernético adquiera tintes épicos de lucha sin cuartel. Puede que las heridas no cicatricen o puede que se limen las llagas a la más mínima oportunidad; es igual. La cuestión será permanecer alerta ante cualquier tintineo que marque el inicio de alguna nueva disputa. Tras los focos de la no intervención los habrá que permanezcan en silencio a ver qué pasa. Los habrá que tomarán partido para encender más aún las disputas. Emergerán de las sombras  los videos, las fotos, los memes y todo un arsenal encaminado a curar o lacerar aún más. Todo o casi todo estará permitido y los llamados moderadores se verán envueltos en el duro trance de tener que poner orden, o dejar que el tema fluya. El caso es hacerte leer  y quizás leer a otros. Para facilitar las tareas, la misma plataforma te dejará frases hechas para que no tengas que seguir absorto ante el teclado y lo que tengas que decir sea dicho a la mayor brevedad. Puede que seas añadido a un grupo sin haberlo solicitado y una lluvia de bienvenidas te empapará la piel sintiéndote uno más. Pero como todo en esta vida, el peligro de la equivocación no será ajeno al teclear errado. Puede que aquello que tenías como destino acabe en un destino diferente y entonces las consecuencias serán imprevisibles. No hay más que  ver cómo escaños electos han sido movidos por errores de dirección. Y entonces será cuando la actitud sibilina pedirá paso, y la tentación aparecerá para remover las tranquilidades.  Sólo tendrás que intercambiar el nombre de los grupos y esperar acontecimientos. Sí, ya sé que resultará al menos peligroso ¡pero qué vida más simple y gris si no la teñimos de vez en cuando! ¿no os parece? Ahí lo dejo y quien quiera que compre la idea; de las consecuencias futuras, sólo el destino sabe la respuesta.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario