martes, 20 de enero de 2015


     Corre , corre, corre, que te van a echar el guante

Era el lema de una canción de los míticos Leño encabezados por Rosendo que tantas noches de gloria dio a los garitos hace años. Mira tú por dónde acaba de regresar a la actualidad  y parece ser que la han adoptado desde la DGT. Según el último globo sonda lanzado a los medios, podrán ser multados los peatones que excedan los límites de velocidad. Así, tan tranquilos, tan panchos se han quedado. Y entonces empiezo a elucubrar sobre los posibles radares a colocar en las aceras para mayor control de los excesos. Luego vendrán los juegos de luces de alta gama con las que iluminarnos a falta de luz solar suficiente. Obviamente, cargaremos sobre nuestras muñecas unos intermitentes que indicarán el cambio de trayectoria traidor para evitar colisiones. No faltarán sesudas revisiones de nuestras suelas en las inspecciones técnicas a las que habremos de asistir obligatoriamente. Por supuesto que el control de carga obligará a espaciar las compras para no sobrepasar el nivel de seguridad exigible. Y todo esto añadido a la supresión de cualquier carrera popular que no haría más que acrecentar el peligro de colisiones. Estas carreras pasarán a formar parte de las competiciones a desarrollar sobre un circuito convenientemente acondicionado. Queda clara la responsabilidad absoluta del adulto a quien se le haya escapado el niño en su natural intento de correr libre por las aceras. Las penas están por determinar, pero seguro que quedarán suficientemente claras para el general conocimiento de estos émulos de Filípides que se empeñan en desgastar los asfaltos como ya dijera Gila. No creo, en mi más absoluta inocencia, que les mueva el ánimo recaudatorio a estas mentes pensante, no, no lo creo. Quieren velar por la compostura general y la corrección del tránsito.  Y hacen bien, según los criterios tutoriales en los que se apoyan. Ellos, que a buen seguro disfrutaron de charlas conciliadoras en colegios mayores, lo hacen por nuestro bien. Aquellos que fuimos asiduos a antros de poca luz y fuertes decibelios, no somos conscientes del peligro que suponemos cuando caminamos sin control. Y eso no puede ser, no señor. Sólo les falta habilitar alcoholímetros para detectar si el vino de la comida era peleón o de buen paladar. En cualquier caso, el índice será suficiente para cargar con la receta firmada que no admitirá reclamo. Por cierto, esto implicará un carnet de peatón, ¿no? ¿A qué edad se podrán apuntar a las  peatonescuelas? ¿Cuántos puntos se otorgarán nada más obtenerlo? En fin, me callo ya. Voy a revisar mis suelas porque esta mañana he resbalado un poco y creo que no cumplen con la norma. ¿Alguien conoce de algún zapatero que cumpla las normas y tenga horario flexible? Agradecería que me lo comunicaseis antes de que entre la norma y pague la multa. Aunque en mi caso, os lo aseguro, sería por lento.

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