domingo, 18 de enero de 2015


      Epicenos

Se suelen llamar así a los sustantivos que no distinguen de sexo si no les añades el artículo diferenciador. Por eso, gorila, serpiente, buitre, …se utilizan en ambos casos y nadie cataloga de símbolo de desigualdad  el uso de los mismos, tanto para el macho como para la hembra.  También podrían incluirse aquí algunos adjetivos a fin de argumentar sobre la no necesidad de duplicar dichos apelativos. Nadie  se para a pensar si imbécil, gilipollas, mequetrefe….se refieren a uno u otro sexo. Pero parece ser que últimamente, los adalides de la igualdad extrema han decidido convertirse en académicos de la lengua sin sillón con letra identificadora. Por eso han aparecido nuevos términos como “miembras”  para reivindicar la paridad sin darse cuenta de la ridiculez que provocan. El lenguaje es el utensilio más corriente, más sencillo y a la vez, más vituperado por aquellos que deberían  velar por su buen manejo. No es inamovible, sin duda, pero debe ser tratado con el respeto que merece. Está en constante evolución y así proclama su valor diario adaptándose a los nuevos vocablos que le dan rango. Pero de ahí a verse utilizado por quienes no saben respetarlo, hay un paso.  Porque si de lo que se trata es de aparecer como el mayor defensor de la igualdad de género en base a apalearlo, apañados estamos. Me da la sensación de que el esnobismo campa a sus anchas entre tanto rostro que intenta lucirse por original.  Más les valdría, digo yo,  aprovechar su puesto de electo a cargo público para exigir que el buen uso del mismo viniese como condición imprescindible en los mensajes que pueblan el mundo virtual. Más les valdría llamar al orden al redactor de turno que rotula noticias en horarios de máxima audiencia y comete faltas de ortografía.  Más les valdría  dedicarse a leer para ver si de esas lecturas extraían los niveles mínimos que sin duda les regalaron en su preparación previa. Caso de no hacerlo así, seguirán proliferando los vocabularios absurdos  paralelos a la corrección que cualquier intercambio de vocablos merece. Mientras ese momento llega, por favor, absténganse de representar papeles que no les corresponden y hagan el favor de recuperar la sensatez. Aunque creo que les pido un imposible, porque el que nace ignorante y no demuestra deseos de aprender, ignorante muere por muy epiceno que le resulte el calificativo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario