Reservoir
Dogs
Probablemente
los acontecimientos actuales me han retrotraído a aquella tarde noche en la
sala Albatros de hace tiempo. Acababa de asomarse al universo cinematográfico
un tipo desgreñado apellidado Tarantino que apuntalaba sus películas con unas
rotundas bandas sonoras y no era plan de permanecer al margen de todo ello. Dicho
y hecho. Se apagaron las luces, comenzaron a desfilar los trajes negros de los
actores y el planeado atraco resultó ser un fracaso. Alguien se había ido de la
lengua y había que descubrir quién era. De modo que comenzaron a desatarse los
infiernos entre los apelativos colores con los que se conocían entre sí los malhechores.
Todos sospechando de todos y entre sí propinándose una serie de tajadas que
apuntaban con traspasar la pantalla y salpicarnos a todos. El ritmo proseguía
según las torturas exigían y ante nuestros ojos se mostraba un collage
sanguíneo que a veces nos remitía a otros filmes de serie b cargados de
violencias y gritos de terror. Esta vez las motosierras dieron paso a las
navajas y la violencia se mostraba en todo su esplendor. La banda sonora seguía
por su cuenta y al final lo menos importante era descubrir al chivato o no. La
venganza se aposentaba como regia dueña de un guion al que todo se le teñía de
rojo. El tiempo pasó, Tarantino continuó con su estilo, siguió mostrándonos las
infinitas posibilidades que la violencia ofrece y supongo que está a la espera de
una nueva propuesta de algún productor. Quizá esté madurando la idea de situar
la escena en alguna embajada del Bósforo. Puede que empiece a pensar en
aumentar el gradiente de tortura para no defraudar a los incondicionales. La oportunidad
se la está ofreciendo el discurrir de la vida misma que empieza a diseñarse como una continuación de aquella obra. El
riesgo a asumir si se embarca en dicha aventura es evidente, pero solamente él
sabrá si merece la pena aceptarlo o no. Además puede variar el final tantas
veces como considere y según dónde se estrene puede optar por uno o por otro. El
soporte musical deberá actualizarlo y ahí sí que se encontrará con falta de
sintonía. Entre las modas actuales creo que la masacre no encuentra la
partitura correcta. En fin, él verá, yo solamente le sugiero. Lo de atracar o
no un banco, sinceramente, será lo de menos. Aquellos tiempos de saca y pistola
quedaron obsoletos y habrá que actualizarlos. Sea como sea, a modo de
sugerencia, yo cambiaría los trajes negros por otros atuendos más acordes con
el remake en cuestión. Lo dicho, habrá que esperar, y llegado el caso, acudir a
la sala al estreno esperado. Como escenario de rodaje no se puede negar las
infinitas posibilidades que Bizancio, Constantinopla o Estambul ofrece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario