lunes, 22 de octubre de 2018


Reservoir Dogs



Probablemente los acontecimientos actuales me han retrotraído a aquella tarde noche en la sala Albatros de hace tiempo. Acababa de asomarse al universo cinematográfico un tipo desgreñado apellidado Tarantino que apuntalaba sus películas con unas rotundas bandas sonoras y no era plan de permanecer al margen de todo ello. Dicho y hecho. Se apagaron las luces, comenzaron a desfilar los trajes negros de los actores y el planeado atraco resultó ser un fracaso. Alguien se había ido de la lengua y había que descubrir quién era. De modo que comenzaron a desatarse los infiernos entre los apelativos colores con los que se conocían entre sí los malhechores. Todos sospechando de todos y entre sí propinándose una serie de tajadas que apuntaban con traspasar la pantalla y salpicarnos a todos. El ritmo proseguía según las torturas exigían y ante nuestros ojos se mostraba un collage sanguíneo que a veces nos remitía a otros filmes de serie b cargados de violencias y gritos de terror. Esta vez las motosierras dieron paso a las navajas y la violencia se mostraba en todo su esplendor. La banda sonora seguía por su cuenta y al final lo menos importante era descubrir al chivato o no. La venganza se aposentaba como regia dueña de un guion al que todo se le teñía de rojo. El tiempo pasó, Tarantino continuó con su estilo, siguió mostrándonos las infinitas posibilidades que la violencia ofrece y supongo que está a la espera de una nueva propuesta de algún productor. Quizá esté madurando la idea de situar la escena en alguna embajada del Bósforo. Puede que empiece a pensar en aumentar el gradiente de tortura para no defraudar a los incondicionales. La oportunidad se la está ofreciendo el discurrir de la vida misma que empieza a diseñarse  como una continuación de aquella obra. El riesgo a asumir si se embarca en dicha aventura es evidente, pero solamente él sabrá si merece la pena aceptarlo o no. Además puede variar el final tantas veces como considere y según dónde se estrene puede optar por uno o por otro. El soporte musical deberá actualizarlo y ahí sí que se encontrará con falta de sintonía. Entre las modas actuales creo que la masacre no encuentra la partitura correcta. En fin, él verá, yo solamente le sugiero. Lo de atracar o no un banco, sinceramente, será lo de menos. Aquellos tiempos de saca y pistola quedaron obsoletos y habrá que actualizarlos. Sea como sea, a modo de sugerencia, yo cambiaría los trajes negros por otros atuendos más acordes con el remake en cuestión. Lo dicho, habrá que esperar, y llegado el caso, acudir a la sala al estreno esperado. Como escenario de rodaje no se puede negar las infinitas posibilidades que Bizancio, Constantinopla o Estambul ofrece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario