viernes, 14 de febrero de 2014


Hasta que deje de doler tu ausencia

Nací para entregarme a ti y en esa esperanza malvivo tus ausencias. Tú, volátil ave que surcas las nubes por las que se esparcen las ilusiones yacientes, Tú, sabes mejor que cualquier otro sentimiento de la aflicción. Te ofreces vulnerable a aquel que suele exhibirte como trofeo callando para sí su propia derrota al saberse encerrado en tus redes. Alfa y omega de navegantes sin rumbo que perdieron el sentido en el mismo sinsentido que comporta tu goce. Acunas esperanzas entre los jirones tejidos de pieles compartidas y poros abiertos a la dicha mientras desvelas futuros insomnes. Tú, fiscal del juicio eterno en el que se sentencian aquellos cautivos ante  cuyos cargos no aparecen defensores dispuestos a limar el delito de ser lo que sienten. Tú, ángel del más hermoso de los avernos en los que el azufre de la pasión prende a los acomodaticios que dan por válido el paso del reposo ignorando otras respuestas. Das por hecho más de lo que merecen y consigues encalar los muros que te hacen inaccesible con las cicutas del desengaño. Tantas veces atas sin unir que has logrado confusiones a peor entre aquellos que arrastran sus días entre las conveniencias. Te acuso de haber instigado a buscar lo imposible para convertirlo en inaccesible cuando al alcance de los deseos se presentaba. Te acuso de mofarte de quienes han abierto de par en par las alcobas de su alma para desarmarse ante Ti. Y Tú, inmisericorde ocultando la sonrisa de tu triunfo has asentido derrotas en aquellos que no encontraron el camino de regreso. Cínico que das y hurtas a la par echando la culpa a otros de las decisiones por ti paridas. Cobarde que has rehuido en la mayoría de las ocasiones la lucha ante las vicisitudes adversas para no demostrar tu flaqueza. Tú, Amor fingido de lealtades que has permitido que te mal usen aquellos que son incapaces de rendirse ante tu grandeza. Tú, pincel de versos sobre los que verter angustias en busca de redenciones, hoy te ufanas y muestras tu perfil albo. Brindaremos por Ti, sobre Ti, a pesar de Ti. Porque gracias a Ti,  por más que nos pese tu abandono, las veces en que acoges a los peregrinos desolados que surcan soledades, sabemos que saldrás a rescatarlos y habrá merecido la pena. Mientras tanto, aquellos huérfanos de ti, seguirán esperando tu regreso, hasta que les deje de doler tu ausencia.

 

Jesús(defrijan)

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